Son los árboles tesoros
que en la tierra posó Dios,
grandes bienes para el hombre
que para él aseguró.
Tiene el aire por el árbol
saludable condición,
ecos dulces de las aves,
de las flores grato olor.
Dan los árboles la fruta,
dan madera, dan carbón,
la lluvia fecunda atraen,
las hojas tapan el sol.
Debe el niño bien criado
a los árboles amor,
defender los brotes nuevos
y evitar la destrucción
y así crecerán a un tiempo:
árbol, niño y los dos
serán útiles al mundo
y tendrán su bendición.
Honoria Perez Marín